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Cómo Conservar La Carne

Cómo conservar la carne

¿Cómo conservar la carne?, ¿cómo proceder?, ¿cómo descongelar y congelar?, son preguntas que nos hacemos frecuentemente y que intentaremos responder a continuación. La carne pertenece a los productos a los que más atención debemos prestar en el momento de conservarla en nuestra nevera o frigorífico. Esto es así debido a que se trata de un alimento rico en proteínas y con contenido elevado de agua, lo que lo hace susceptible a ser contaminado por bacterias (Salmonella, Listeria y E. coli).

En primer lugar, será necesario que a la hora de comprar la carne nos aseguremos de que esta es totalmente fresca y está en perfectas condiciones. Deberemos fijarnos en su aspecto, así como también en las fechas de envasado y caducidad de aquellas que vienen ya empaquetadas. Te puede interesar volver a leer nuestro artículo “comprar solomillo de vaca, el color de la carne”. En ocasiones, la carne sufre cambios de colores que son normales y no afectarían a su inocuidad. De rojo brillante a un color oscuro, la carne puede pasar por distintas tonalidades en función de las condiciones externas a las que se someta, sobre todo si entra en contacto con el aire y la luz. En estos casos, se produce un cambio en el principal pigmento de la carne, la mioglobina, y se oscurece. Esto no indica que esté deteriorada, sino que se ha producido una oxidación

Al conservar la carne en nuestro frigorífico, es conveniente retirar los jugos que pueda tener, ya que es una fuente de proliferación de bacterias. Se recomienda conservarla en recipientes bien limpios y cerrados herméticamente, por lo que, si nos la han vendido envuelta en un papel o plástico, deberemos retirarlo. En el caso de la carne comprada ya envasada en bandeja no será necesario retirarla, puesto que esa carne se mantiene en una atmósfera protectora, es decir, el aire del interior ha sido tratado para evitar las bacterias.

Es aconsejable conservar la carne en trozos grandes y, en caso de que sea necesario, cortarla a la hora de consumirla, ya que cuantos más cortes tenga, más fácilmente podrá deteriorarse.

Otra buena opción para mantener las propiedades de este alimento durante más tiempo es congelar la carne, de forma que podremos conservarla incluso meses.

Cómo conservar la carne
Cómo conservar la carne

Cómo conservar la carne fresca comprada en bandeja

En primer lugar, debemos saber que, en ocasiones, en el caso de la carne que se ha comprado en bandejas, ya se ha usado algún conservante para asegurar una mayor vida útil. Lo que se busca es ofrecer al consumidor productos frescos en óptimas condiciones de higiene durante más tiempo. Si compramos una carne en bandeja, debemos tener en cuenta que de por sí este tipo de carne se puede mantener en buenas condiciones hasta cuatro días más de lo que lo haría una carne al peso.

Conservación de la carne picada

Si hemos picado una carne fresca y queremos conservarla en perfecto estado durante más tiempo tendremos que guardarla en la nevera y asegurarnos de que la temperatura de refrigeración en el centro de la pieza llega a los 4ºC. Bajo estas condiciones lograremos mantenerla en buen estado durante tres días. No obstante, lo más recomendable es consumir la carne picada a las pocas horas de haber sido procesada, puesto que este tipo de carne es más susceptible de ser contaminada por bacterias.

Por supuesto hay que ser consciente de que, independientemente del tipo de carne que vayamos a congelar, el color y el olor serán las claves para saber si está o no en buenas condiciones.

Congelación y descongelación de la carne

El proceso de congelación de la carne cruda debe hacerse lo más rápido posible para evitar la formación de cristales de hielo. Lo más recomendable es cortar la carne en trozos no muy grandes, envolverlos en film transparente, separando las porciones o raciones. La carne cocinada se puede congelar una vez está fría y en envases que cierren de forma hermética.

Asimismo, es conveniente saber que no todos los tipos de carne se pueden mantener congelados durante el mismo tiempo; la carne de vacuno y la de oveja deben estar como máximo un año, la ternera junto a la carne de cerdo y la de ave tiene un período un poco más corto, de ocho meses

La descongelación de la carne debe realizarse de manera lenta para que esta sea uniforme, tanto si son crudas como cocinadas. Después de sacar del congelador, debe introducirse en la nevera; de esta manera, se evita la exudación que se llevaría parte del sabor y los nutrientes de la carne. La carne que ya se haya descongelado debe cocinarse inmediatamente para evitar que se empiece a deteriorar.

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